Toreados fuera y dentro del terreno

Quien seca el terreno pierde, dice un viejo proverbio del béisbol y esta vez se cumplió. Los Toros del Táchira sucumbieron 8 carreras por 2 ante los Diamantes de Bolívar, en un partido retrasado por la lluvia y quedaron fuera de la primera temporada de la Liga Tropical Independiente de Béisbol Profesional.

El equipo taurino tenía enormes ganas de jugar el encuentro y prueba de ello fue la disposición de varios de sus peloteros de secar el terreno, empantanado por la fuerte lluvia que cayó sobre San Cristóbal los días sábado y domingo. Pero no sirvió de mucho ese afán por jugar, porque la presión terminó sacándolos del torneo.

Diamantes de Bolívar accede así a la final frente a Rojos de Lara, en parte de manera injusta, ya que se valieron de una estúpida amenaza (se iban a retirar) para ganar un partido por forfeit que no decretaron los árbitros sino la propia Liga. Alegaron los de Guayana que el partido que debía disputarse el viernes fue arbitrariamente suspendido por la Liga para favorecer a Toros (por favor) y no quisieron aceptar el comunicado de la compañía de electricidad de la región que aseguraba el corte del servicio eléctrico en la noche, por lo cual había sido reprogramado el encuentro.

Ese forfeit, injusto desde todo punto de vista, fue además premeditado por la gerencia de Diamantes, que son dueños de la línea aérea Aserca. Resulta que un vuelo que tardaba 30 minutos en partir fue cerrado y reprogramado para el Sábado para que los jugadores de Toros no llegaran a tiempo a San Cristóbal desde Ciudad Bolívar, quebrantando así con el compromiso que adquirió la línea aérea de facilitar este medio de transporte para el fiel cumplimiento del torneo.

Ahora en lo deportivo hay que reconocer que por lo menos durante el juego de anoche Diamantes fue mejor que Toros. Los de Bolívar nuevamente contaron con una gran labor de Renny Duarte, quien lanzó por espacio de seis entradas y un tercio, concediendo apenas dos carreras. Fue relevado por Luis Rafael Salazar quien apagó una fuerte amenaza de Toros en la séptima entrada y quien a la postre terminó salvando el encuentro. La ofensiva fue liderada por César Bolívar, quien conenctó tres sencillos en cinco turnos, anotó una carrera e impulsó dos.

Por Toros sucumbió Julio Salazar, pero el más golpeado fue Erick Arteaga, a quien se le vio notablemente cansado. Arteaga permitió cinco carreras en la octava entrada, luego sacar tres innings en blanco.

Se despide de esta manera Toros de su afición. Ahora sólo queda esperar por conocer el primer campeón de esta liga de béisbol.