A la Serie Mundial

Justamente han pasado 88 años desde la última Serie Mundial alcanzada por los Medias Blancas de Chicago. En aquel entonces, el equipo, a pesar de tener valiosas piezas ofensivas como “El Descalzo” Joe Jackson y Happy Felsch, se amparó en los envíos de los abridores Red Faber y Eddie Ciccote, quienes completaron cuatro juegos durante ese “clásico de otoño”, que se extendió a seis encuentros ante los Gigantes de Nueva York.

Dos años después el equipo de los Medias Blancas volvió a disputar una Serie Mundial, acudiendo como indiscutible favorito. Pero la usura pudo más que la lealtad al equipo y ocho hombres, algunos de ellos con números para ingresar al Salón de la Fama, cedieron ante la tentación y aceptaron dinero de parte de los apostadores, con tal y dejarse ganar la serie más importante del béisbol de Grandes Ligas. Ese fraude le concedió por muchos años al equipo, del otrora dueño Charles Comiskey, el sobrenombre de “Medias Negras”.

Ahora en el 2005 la situación se aprecia distinta. Los Medias Blancas parecen ser un equipo con más entrega que estrellas y sin llegar a ser favoritos han accedido al clásico de final de temporada. Los cuatros abridores de los White Sox han completado al menos un juego durante esta postemporada, fiel reflejo de las ganas que le están poniendo.

Es cierto que el conjunto de Guillen ha contado con suerte, pero hasta lo más grandes equipos de la historia han aprovechado este factor inmedible.

Más allá de la forma como dirige Oswaldo Guillen, que realmente no me gusta por el protagonismo que siempre pretende tener (creo que de esto escribió Rodrigo Llamozas hace un tiempo en los hijos del patón), me parece admirable y destacable el ambiente que ha logrado formar alrededor de estos Medias Blancas, situación que también contribuye con el éxito del equipo, a pesar que esto tampoco se pueda medir.

Ahora tomando en cuenta un factor numérico, estoy convencido que en la próxima Serie Mundial el pitcheo será fundamental, aunque esto suena a lugar común. Así fue en 1917 y así será ahora y mas aún si llegan a clasificar los Astros de Houston, equipo que llegó a estas instancias como comodín, figura que en los últimos años ha dado valiosos resultados y que ahora mete miedo, por eso de la cabala.

Como acotación final, hace 64 años, justamente un 22 de octubre de 1941, los venezolanos se sentaron alrededor de la radio para disfrutar de la final de la Serie Mundial del Béisbol Amateur, que fue ganada por Venezuela. Este sábado coincidencialmente se conmemora esa fecha histórica para el deporte venezolano y se inicia una nueva Serie Mundial, pero esta vez de las Grandes Ligas. Es bonito saber que en esta oportunidad los venezolanos nos sentaremos nuevamente, pero esta vez ante un televisor, para admirar y ligar lo que en teoría parece ser la Serie Mundial que más ha llamado la atención de los venezolanos, después de aquella que ganó el amateurismo.