Por siempre Intocable

Wilson Álvarez: ídolo del pitcheo

El primer lanzador venezolano en llegar a Grandes Ligas fue Alejandro “Patón” Carrasquel, sus actuaciones fueron destacadas, sobre todo la primera donde enfrentó a jugadores de la talla de Joe Di Maggio, sin embargo, la poca difusión de los medios de comunicación venezolanos al béisbol norteamericano impidió que el “Patón” se convirtiera en un ídolo de multitudes.

Muchos años después irrumpió Luis Leal en el béisbol de Grandes Ligas con los Azulejos de Toronto. El diestro venezolano pronto se convirtió en el lanzador venezolano con más triunfos en el circuito norteamericano, alcanzando 13 victorias en su cuarta temporada, pese a esto Leal nunca llegó a ser considerado como una estrella del béisbol venezolano que pudiera atrapar el corazón de los aficionados.

A finales de los 80 Wilson Álvarez tuvo su primera oportunidad de lanzar en las mayores con los Rangers de Texas, pero los nervios le jugaron una mala pasada y tuvo que salir del montículo con mayor pena que gloria, sin embargo, dos años más tarde vendría la consagración.

En 1991, vestido con otra camiseta, Wilson Álvarez hizo historia al concretar el primer no hit no run para un venezolano. El marabino ficha de los Medias Blancas de Chicago dejó de ser una promesa para no sólo convertirse en una realidad sino también en el primer gran ídolo venezolano del pitcheo en Grandes Ligas.

Gracias a sus excelentes dotes pasó 7 años consecutivos formando parte de la rotación de los Medias Blancas de Chicago. Luego se convirtió en el más ganador entre los criollos, superando a Leal con 15 triunfos, cifra que repitió en par de oportunidades.

Antes de declararse Agente Libre, el marabino vistió la camiseta de los Gigantes de San Francisco, equipo al que ayudó a obtener el campeonato divisional y con el que participó en postemporada.

En 1998 el lanzador de las Águilas del Zulia acá en Venezuela firmó el contrato más jugoso, hasta entonces, para jugador venezolano en las Grandes Ligas, pero ese contrato terminó convirtiéndose en un calvario para él y los Mantarrayas, quienes jamás pudieron disfrutar de los servicios del marabino en pleno estado de forma.

Fue un contrato de cinco años por 25 millones de dólares, pero sólo tres temporadas a medias pudo cumplir el marabino con los de Tampa. Parecía que el retiro era inminente en ese momento, pero Álvarez se encargó de demostrar que todo el mundo estaba equivocado.

Volvió con los Dodgers en el 2003 y ha pasado con el equipo californiano las tres últimas temporadas, alternándose en el plan de abridor y relevista. Sin llegar a demostrar la forma con la que nos deslumbró cuando vestía la camiseta de los Medias Blancas, Wilson Álvarez ha cumplido el rol que le ha otorgado el manager Jim Tracy.

Este fin de semana se retira el marabino a los 35 años de edad, cansado ya de operarse su brazo de lanzar. “El Intocable” nos dio más de lo que nosotros los aficionados al béisbol podríamos pedir, por eso brindo un aplauso a su digna carrera y a la que está por comenzar, ya que se ha mostrado dispuesto a fungir como coach, le auguro el mayor de los exitos.