Monday, September 19, 2005

Adiós por esta

Izturis 10 meses por fuera

Carlos Guillén: A pesar de su lesión en la rodilla, el torpedero venezolano volvió a demostrar su potencial ofensivo. Con los tigres en 81 encuentros dejó promedio de 318, es decir 102 hits en 321 turnos, de seguir activo durante toda la temporada el jugador de los Navegantes del Magallanes acá en Venezuela hubiera conseguido alrededor de 200 imparables, de acuerdo con las proyecciones. Por otro lado, con respecto a la temporada anterior, el criollo vio disminuir considerablemente sus cuadrangulares. Guillén ha manifestado su deseo de volver esta misma temporada, pero a los Tigres les resta 12 encuentros por jugar, por lo cual creo que es innecesario el regreso del venezolano.

Richard Hidalgo: Los números dejados por el jardinero en los Rangers de Texas le vislumbran un difícil panorama en la venidera campaña. El otrora slugger de los atros de Houston salió de la temporada por una lesión en su muñeca izquierda y dejó su promedio de bateo en apenas 221, con 16 cuadrangulares y 43 carreras impulsadas. Al principio de temporada parecía estar a tono pero cayó estrepitosamente en varias oportunidades, quedando relegado en el banco de Buck Showalter. El manager de los Rangers manifestó que el venezolano debe trabajar duro para dejar de ser un bateador de rachas. En definitiva la temporada de Hidalgo es para el olvido.

Wilfredo Ledezma: Comenzó la temporada en la rotación de los Tigres de Detroit, pero su descontrol terminó enviándolo a las menores. Dejó record de dos victorias con cuatro derrotas y una altísima efectividad de 7.07. Permitió 64 hits y concedió 24 boletos en apenas 49.2 innings de labor. En las menores sus números no han experimentado mayores progresos, sin embargo su equipo ha llegado a los play offs en donde se acreditó una victoria recientemente. Por ser zurdo tendrá más oportunidades de establecerse en las mayores.

José Castillo: Una lesión en la rodilla izquierda sacó por el resto de la campaña a José Castillo, quien se había adueñado del segundo cojín del equipo de los Piratas de Pittsburg. Castillo dejó buenos números para un segunda base, su promedió quedó en 268, conectó 11 batazos de vuelta entera y empujó 53 carreras al home. Defensivamente el venezolano cautivó a la gerencia de Pittsburg, a pesar de cometer 11 errores en 101 encuentros. El polifacético jugador tendrá que reconfirmar su agilidad ofensiva y defensiva durante la temporada siguiente.

Roger Cedeño: ¿Dónde está Roger Cedeño? ¿Sí alguien sabe de él, le ruego información? Es cierto, desde que se lesionó el jardinero venezolano no he podido conseguir nada relacionado con su accionar. Cedeño no es el tipo de jugador con el cual el manager Tony La Russa se encuentre a gusto ¿por qué? Porque parece no entregarse en un 100 por ciento. Este año los números del rápido jugador venezolano fueron terribles: 161 de average y apenas una base robada. El jugador siempre reclama continuidad pero si no aprovecha las oportunidades será difícil que vuelva a conseguir la titularidad en un equipo de Grandes Ligas.

César Izturis: A comienzos de temporada Izturis parecía encaminado a dejar grandes números. Primero se habló sobre la posibilidad de terminar el campeonato con más de 200 hits, emulando a César Tovar y luego se dijo que podía terminar sobre 300 e incluso pelear por el liderato de bateo. Pero un slump tremendo vino encima y luego una artritis terminó sacándolo del año en curso, perdiendo toda posibilidad de quedarse con premios ofensivos y defensivos. Su promedio fue de 257, muy bajo para un primer bate y a la defensiva cometió 11 errores, nada bueno para un guante de oro. Serán 10 meses fuera de temporada para el larense, esperemos que cumpla a cabalidad con su recuperación y pueda estar de vuelta por todo lo alto para la próxima temporada.

Tony Armas: La eterna promesa del pitcheo venezolano volvió a presentar múltiples problemas con las lesiones. Cuando no es el hombro, es el codo y cuando no es el codo son algunos mareítos. Lo cierto de todo es que vuelve a dejar números muy por debajo de las expectativas: 7 ganados y 7 perdidos con 4.97 de efectividad, lo peor de todo es que dejó que se embasaran 54 rivales por boletos en 101.1 innings de labor. Ya Robinson perdió la paciencia y creo que muchos venezolanos también.

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